Eva, te escribo porque tengo que contarle a alguien lo que me está sucediendo y escuchar tu opinión.

Mi esposo de muchos años, falleció y quisiera escuchar tu consejo sobre  la opción de volver a amar.

Hace unos meses recibí un mensaje de mi primer novio, alguien a quien nunca pude olvidar. En su texto me declaró que desde que enviudé, no hace mas que pensar en mi.  El enviudó hace unos años  y no ha buscado otra pareja porque dice que la única mujer que le inspira todo soy yo.  Es un hombre muy romántico, apasionado y me escribe hermosos poemas, dice amarme como el primer día.  Compartimos los mismos gustos por la lectura, la música y conversaciones muy amenas. Este no es un hombre que me busca para que le lave los calzoncillos.  Es un hombre muy especial, incluso muy guapo.  Y dice que me espera, así sea toda la vida.

Todo es muy bonito y cualquier mujer saltaría de alegría ante esta situación, pero no me atrevo a lanzarme porque nunca he sido libre, me casé muy jovencita y no se lo que es ser independiente del todo y la idea de estar sola no me molesta ni me da miedo.  También  está el problema de mis hijos y mi familia  con el eterno “el que dirán”.   Casi me avergüenza que sepan lo que estoy sintiendo como mujer.

¿Qué hago Eva?