Otro día más en los tiempos de la pandemia…
 
Llueve sobre la ciudad en calma…
vacía de almas que se apresuraron a casa
buscando refugio,sin saber porqué, como tratando de evitar que de alguna manera
les tocase el cielo.
No se, nunca he entendido,
el efecto que ejerce la lluvia sobre el humano
que le ve quizás, como inevitable suceso sobre el que no tiene control..
Cae la lluvia cuando el cielo quiere, a veces necesaria, otras inoportuna..
Siempre sin permiso,cambiándolo todo,sin medida ni mesura de secuencia..
Tratan los expertos de anunciarla y nos deja esperando, para llegar después, inesperada y cambiarlo todo.
Pero bendita sea la lluvia..
Bien nos viene para que se lave tanta maldad e injusticia..
Para que se refresque la Madre Tierra, del calor que produce la ira de los oprimidos y la decepción de los engañados..
Agua…que caiga fuerte y sin descanso, para que se lleve los rezagos de la enfermedad y el aislamiento..
Que sea mucha la lluvia para así se puedan ocultar las lágrimas de los que han perdido a quienes tanto amaron ,o su vida cambio sin esperarlo..
Quizás llegue esa lluvia para ser consuelo de los que vemos cómo se suprimen libertades y expresiones, con mandatos sin fundamento y bajas intenciones…Pues nos mostrará cuan poco poder tiene el hombre.
Limpie está lluvia todo lo que sucio está,sane,restaure…pero sobre todo nos haga sentir que volverá la normalidad..
Porqué mañana,el Dios de la Vida ,traerá de vuelta al Sol y con el vendrán las sonrisas, la música, la poesía y porqué no, también la esperanza.
Nada..Así me broto….Lo inspiro la lluvia.
 
 
Rafael…