Otro día más en los tiempos de la pandemia.
-¿Aún la amas?…Me preguntan bien intencionadas amistades, sobre todo después de que publico un poema hablando del amar…Que me ven volcado en el intenso sentir que vierto en mi pobre prosa.
-¡No!..Les respondo…
Me propuse olvidarle,me resquebrajé, lloré..Grite a Dios para que me ayudase a arrancarla de mi alma..de mi mente, de mis sueños.
Y continúan..
-¿Ya olvidaste tu historia con ella?
No, porque iba hacerlo, son muchas las cosas buenas que ella trajo a mi vida…Noches de pasión y ensueño, poemas que nacieron desde el amor y después del desarraigo y la soledad.Viejas melodías que sonaban diferentes cuando las escuchábamos juntos..Libros releídos pecados ya confesados y olvidados que volvieron a tentarme…Sabor de miel que sus besos dejaron en mis labios, noches de luna en que imagino verla…
Pero aprendí amarme lo suficiente como para entender cuando ya estás demás en la vida de alguien.
-¿Cómo lo lograste?…Insisten con curiosidad.
Ella me ayudó…respondo
-¿Cómo?
Al parecer le fue fácil, creo es ducha en lo referente al desamor y sus desaires,se mostró como realmente es..con esa su manera tan extraña de demostrar lo que decía era amor, con su desatención y despreocupación por perderme…Por sus mentiras y secretos..
Por su mirada aburrida y ausente…Y lo que más sentí ..esa fría indiferencia ante lo inmenso del dolor que me causaba.
-¿Le odias?…preguntan.
-No, ¿por qué iba hacerlo?
Si ella me regalo momentos felices, como tristes,tantas ilusiones y decepciones.
En realidad,me rescato del tedio de un aburrido vivir …
Al fin y al cabo, hay que entender que siempre lo supe, pero me refugiaba en su cuello, me cubría con la madeja de su ardiente cabellera,embriagándome con la fragancia de su nacarada piel….Deseándole de manera nueva..joven, viril..fascinante.Me aferraba a una mentira, porqué no tenia nada más.
Pero concluí, muy a mi pesar, que todo tiene un límite, y esta no era la excepción…
Al final ella me ayudo a entender, que aquello que yo creía ser mi final destino,no era para ella, nada más que otra parada en su errático viaje..
Y entonces,solo entonces logré dejarle ir para siempre.
 
Rafael