Para su elaboración se ponen en una olla, con agua fría que cubra el contenido, diversas carnes, como jarrete y falda de ternera, gallina o pollo, panceta fresca, morcilla y chorizo, así como diferentes huesos: de jamón, de rodilla de ternera, de espinazo salado y de caña blanco.
Posteriormente, se añaden a la olla abundantes verduras, como repollo, zanahorias, puerros, patatas, y garbanzos que se habrán puesto el día anterior en remojo. Una vez cocido todo, se separa el caldo, que se pone al fuego echando un puñado de fideos cuando hierve. El plato se sirve en tres partes, empezando por el caldo con fideos, tras el cual se sirven los garbanzos y verduras y, para terminar, las carnes.