El peor, el más cruel silencio

es no poder escuchar tu risa,

sentir el quedo sonido de tus suspiros,

el jadeo de tu sublime pasión..

Y yo..sin nada a que aferrarme,

muriendo en cada paso de este peregrinar

que ya se siente eterno, agreste, implacable,

de ir constantemente

de tu alma en busca…

Necesito encontrar esa, tu humeda fuente

que calme la horrible sed de tenerte,

de saberte mia,de llenar con tu cuerpo

mi vacío abrazo.

Poder renunciar a este ritual

que se inicia y termina

en el frágil viaje,que cada noche emprendo

entre el sueño, el anhelo y la triste realidad de que no estás , que ya nunca estarás…

Dios, me siento tan desamparado,

con la necesidad de tus labios ,

de poder escuchar otra vez un te amo

y sentir tu mano enloqueciendo mis sentidos.

De esa necesaria esperanza

que logre disipar las grises nubes

con los colores de una sonrisa,

con el brillo del amanecer en tus ojos,

y el sentir ese olor de tus fuentes

que trae a mi mente mil pecados.

Sueño con volver a ser

el conquistador de tu cuerpo,

a viajar por tu tersa piel con mil caricias, poseer

 tus labios con interminables besos 

y escuchar junto a ti,esa antigua melodía

en atardeceres etéreos…llenos de ti,

repletos de la vida que se me escapa.

Intentaría esculpir

con el saber de todo lo vivido

un nuevo renacer en tus pechos de diosa..

rescatar todo lo que pudo ser…y no fue.

Con todo eso y más yo sueño, en mis oscuras noches de hastío, cuando busco tu rostro en la luna y grito tu nombre a las estrellas,

con la esperanza de que el mismo Dios me escuche y te traiga de vuelta a mis brazos.

 

Rafael.